miércoles, 25 de junio de 2008

"PERSIGUIENDO A AMY" ENCONTRÉ UNA SORPRESA

Inmensa la sorpresa que me he llevado al ver “Persiguiendo a Amy”. He aprendido la lección, debería dejar al lado los prejuicios y empezar a ver un poco de todo sin juzgar el libro por las tapas.

Y es que yo tengo el defecto, mejor vamos a llamarlo manía, de no aventurarme a ver ciertas películas si son de cierto género o sale determinado actor. Que no es un buen criterio, lo sé. También es verdad que tampoco me suelo equivocar muy a menudo... Hace años que deje de ver las películas de John Travolta. No es que me caiga mal el hombre en sí, me parece todo lo solidario y lo buena gente que una estrella de Hollywood pueda ser. También le reconozco como mito o icono de películas tan míticas como “Fiebre del Sábado Noche”, “Grease” o “Pulp Fiction”. Pero es que el pobre de un tiempo a esta parte, solo hace lo que para mi son bodrios. Quebranté una vez esta auto-impuesta norma para ver “Brigada 49”, ya que el co-protagonista (en la película es el protagonista principal, por mucho que todos los reclamos publicitarios nos vendieran a John como tal) es mi adorado Joaquin Phoenix. Sin embargo antes de la mitad de la película ya estaba sintiendo ganas de apagar la tele y el dvd y quemarla para siempre para que nadie tuviera que sufrirla. Lo siento, no soporto los momentos “¡Por el amor de Dios, señores!¡somos bomberos!” acompañados de un lanzamiento de silla al suelo en un momento de indignación tan típica de las películas americanas de exaltación de un gremio como el policial o el de bomberos. No puedo.

Pues lo mismo me pasa con las que yo llamo las americanadas escatológicas que buscan la risa con poco más que el caca-culo-pedo-pis; véase, por ejemplo, “American Pie” o “Road Trip” o cualquier sucedáneo de las mismas. No puedo con ellas, no me hacen gracia y encima me deprime el pensar que todo ese dinero se podría estar invirtiendo en proyectos de cineastas con más talento y mejor guión a sus espaldas. Y aquí es dónde comienza mi error: yo incluía las películas de Kevin Smith en el lote. Craso error.

Yo asociaba a Kevin Smith, obviamente, a Jay y Bob el Silencioso, pareja “cómica” que viene utilizando desde hace un buen tiempo y que tan buenos resultados le ha proporcionado. Los relacionaba también con un tipo de humor fácil, escatológico y freak. Bueno, no me equivocaba demasiado. Pero he aprendido que dándole una oportunidad a las cosas, puedes llevarte muchas sorpresas. Había visto anteriormente “Dogma”, una película que me había gustado mucho por su ironía y sátira escondida bajo golpes de humor facilón. Había visto vídeos de Kevin Smith dando charlas y he de admitir que es un crack de la ironía y sabe contar las cosas de manera que hace divertido hasta el realto de que ha ido a por el pan. Pero seguía sin verlo como cineasta más allá de ese humor facilón de película veraniega. Y casualidades de la vida, cae en mis manos “persiguiendo a Amy” y he de admitir públicamente mi error.

“Persiguiendo a Amy” es una película de historia intensa, bien escrita y dirigida, con sentido y que hasta te llega a tocar la fibra en algún momento. Y todo esto acompañado de grandes golpes de humor del bueno. Maravilloso Jason Lee en un papel que le sienta como un guante. Y lo más sorprendente de todo: ¡Ben Affleck me convence en su papel!! Impresionante. Una película que recomiendo a quienquiera que lea esto. No os arrepentiréis.

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